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Oldboy
(2003), 올드보이
transliterado
Oldeuboy,
también conocida como Old Boy en España y llamada en
México Cinco Días para Vengarse, es una película surcoreana, dirigida
por Chan-wook Park. Se inspira en el manga japonés homónimo, con guion de Garon
Tsuchiya y dibujo de Nobuaki Minegishi, es a su vez, la segunda entrega de la
llamada “Trilogía de la venganza” de este director asiático; siendo
precedida por Sympathy for Mr. Vengeance (2002) y continuada por Sympathy
for Lady Vengeance (2005).
Protagonizada
por los actores surcoreanos Min-sik Choi, Ji-tae Yoo, Hye-jung Gang,
Dae-Han Chi y Dal-Su Oh. La película forma parte de la reciente ola de
producciones coreanas que en la última década han comenzado a trascender sus
fronteras, dando a conocer la producción cinematográfica de esta nación
alrededor del mundo; siendo precisamente su director, Chan-wook Park, uno de
los cineastas surcoreanos más reconocidos internacionalmente, gracias,
justamente a la “trilogía” de la que Oldboy forma parte.
Curiosamente,
al ser una película de origen asiático en lugar de norteamericano, su estreno
alrededor del mundo, llevó de hecho, varios años para completarse, así tenemos,
por ejemplo que se estrenó en Corea del Sur el 21 de noviembre de 2003, en
España el 28 de enero de 2005, en Argentina: el 12 de marzo de 2005 en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata,
el 13 de abril de 2005 en el Buenos Aires
Festival Internacional de Cine Independiente y el 10 de noviembre de 2005
en las salas de cine; también se estrenó en México el 19 de agosto de 2005 y
finalmente en Venezuela el 22 de septiembre de 2006, casi tres años después de
su estreno oficial en su país de origen
La
cinta cuenta las desventuras de Oh Daesu, un hombre que lleva una vida de lo
más normal con su esposa e hija, hasta que, un día del año 1988, es secuestrado
mientras regresaba a casa; tras lo cual despierta en un apartamento, en el que
lo mantienen encerrado, sin saber dónde ni por qué.
Un
año después y mientras Daesu, aún encerrado, intenta aclarar qué le ha pasado, escucha
con horror en las noticias que su esposa ha sido brutalmente asesinada. La
policía explica que Daesu es el principal sospechoso ya que se ha encontrado
sangre suya en el lugar del crimen.
El
tiempo pasa y decide escribir todo lo que ha hecho en su vida que haya podido
causar dolor a otros. Mientras escribe, murmura: “He hecho daño a demasiadas personas, seguro que el hombre que ha
matado a mi mujer y me tiene aquí es una de ellas.” Poco a poco, Daesu se
acostumbra a la penumbra de su celda y hace ejercicios físicos y mentales,
mientras jura que se vengará del hombre que ha destruido su felicidad.
Un
día, tras 15 años de encierro, alguien vaporiza la habitación con gas y Daesu
se desmaya, cuando vuelve en sí, está libre. Se le entregan un teléfono celular
y una cartera llena de dinero, recibiendo la llamada de un extraño diciéndole
que ahora le toca descubrir a él, el por
qué, de su encarcelamiento.
Entre
estos hechos conoce a Mido, una joven chef especializada en sushi, con quien
rápidamente se involucra, enamorándose finalmente uno del otro. Mientras esto
ocurre, Daesu, fiel a su juramento, intenta averiguar quién y por qué le
mantuvo encerrado tanto tiempo, para así poder vengarse; con esto en mente se
pone en contacto con su viejo amigo No Joo-hwan.
Con
la ayuda de ambos, Daesu comienza a desentrañar el misterio y encuentra el
lugar donde estuvo encerrado, solo para descubrir, tras una violenta
confrontación con los encargados del sitio y tortura de por medio, que alguien
desconocido pagaba porque le tuvieran allí. Mientras avanza, lo único que queda
claro es que le están vigilando y no sabe si confiar o no en la joven que
recién conoció y de la que se ha enamorado.
Finalmente
Daesu encuentra a quien le encerró por tanto tiempo e hizo matar a su esposa, pero no se atreve a ejecutar su
venganza , ante la perspectiva de no saber nunca por qué le hicieron todo esto.
El hombre que orquestó su encierro y destruyo su vida, le da cinco días para
descubrir el motivo que lo llevó a hacer todo esto, o matará a la joven Mido.
Con
la ayuda de No Joo-hwan, descubren la identidad e aquel hombre misterioso, pero
sigue sin recordar haberle hecho algo o siquiera conocerlo. Sin embargo, poco a
poco va descubriendo que fueron a la misma escuela y que aquel hombre es
hermano de otra estudiante que se suicidó poco después de que Daesu fuera
transferido a otra escuela. Esto le hace recordar que en aquella época, él vio
a ambos estudiantes, hermano y hermana, mantener relaciones incestuosas y poco antes de abandonar la escuela,
accidentalmente inició un rumor al respecto, que sería lo que llevó a la joven
a suicidarse.
Una
vez descubierto el motivo, Daesu se dirige al lugar donde su encerrador le
espera para la confrontación final, solo para descubrir que la venganza de este
por la muerte de su hermana es tan grande, que es él quien ha preparado que
Mido y Daesu se conozcan y se enamoren, para luego revelar que Mido es la hija
de Daesu, completando el círculo, al haber logrado que sin saberlo padre e hija
tuviesen relaciones incestuosas.
Tras
un enfrentamiento final, en que Daesu termina cortándose la lengua y suplicando
a su captor que no le revele la verdad a
Mido, termina allí en el suelo derrotado, mientras que su antiguo capto se
retira del lugar para luego suicidarse. La historia finaliza con Daesu
suplicándole a la doctora que le hipnotizó durante su cautiverio, que le ayude
a olvidar la verdad acerca de lo sucedido, tras lo cual, Mido va a buscarlo y
quedan juntos los dos, abrazados.
Esta
película fue clasificada como C o +18 en todas partes, debido a su alto
contenido violento, escenas gráficas y temas como el incesto dentro de su
trama, pero aun así tuvo una buena acogida entre el público y ha pasado a ser
película de culto para los fans occidentales del cine asiático. También ha sido
merecedora de 16 premios internacionales, siendo el más importante de estos, el
Gran Premio del Jurado del Festival de Cannes. Así mismo recibió otras 10
nominaciones a diversos premios.
Oldboy
es, una película que combina algunos elementos muy oscuros, que han acompañado
desde la antigüedad a la humanidad, como son: La venganza, el incesto y la
violencia; para contar una historia compleja, que a pesar de tener ciertos
elementos que pareciesen hacerla improbable, refleja muy bien la naturaleza
humana, la cual por desgracia, en ocasiones tiende a lo más bajo. En este
sentido, la cinta sabe atrapar todos estos sentimientos y emociones tan
negativos para ponerlos de manifiesto ante el público, combinándolos de forma
no convencional.
Toda
la trama gira en torno a la venganza y las distintas situaciones que pueden
detonarla, no en vano, Oh Daesu durante su encierro, está convencido de que ha
sido puesto allí como venganza por algún mal cometido, pues aunque no puede
determinar cuál es, si está seguro de que ha cometido varios; no obstante, una
vez que es liberado, él mismo desea vengarse de quien le encerró.
Este
hecho en sí mismo, hace que la película Oldboy sea digna de análisis, al poner
de manifiesto el concepto de venganza en toda su expresión, dado que este es
uno de los sentimientos que más rápido afloran cuando el ser humano se siente
agraviado por algo o alguien, pero además, la cinta aborda uno de los temas más
tabú que aún quedan, considerado una aberración grave, tanto por la cultura
oriental, como por la occidental: el incesto, que irónicamente termina siendo
tanto causa de la venganza, como consecuencia de la misma.
Así
mismo, esta película es una importante pieza del cine producido en Corea del
Sur, que poco a poco se ha estado dando
a conocer fuera de sus fronteras, lo que
le da un valor cinematográfico que de por sí, hace que merezca la pena detenerse
a comentarla.
Pensando
en todo lo anteriormente expresado, pareciera lo más apropiado, comenzar por el
mensaje implícito en el film. Como ya se dijo antes, esta película versa,
indiscutiblemente, sobre la venganza; pero no la versión romántica de la
venganza que se retrata en obras como “El Conde de Montecristo”, ni la heroica
mostrada en “V de venganza”, esta es otra cara totalmente distinta, una en la
que la venganza, a pesar de ser el recurso y motivo principal de la historia,
es presentada como lo que realmente es, un deseo que corroe el alma humana,
hasta convertirle en un simple animal, presa de sus propios instintos y deseos.
Tal
y como lo expresa el crítico Juan Luis Caviaro: “En ‘Oldboy’, el realizador nos pone en la piel de un hombre que se
comporta, en más de una ocasión, como un animal, un ser irracional que funciona
a través de estímulos y que no piensa lo que hace, su venganza, su objetivo,
está en su mente porque es la respuesta que su organismo le obliga a cumplir.”
Mientras
la imagen clásica de la venganza, presente en la literatura y el cine, tiende a
mostrar como el “bueno” logra ejecutar su plan y al final “gana”, en esta cinta
vemos que finalmente no hay ningún ganador, sino que todos pierden, quedando
solamente vidas destrozadas o sin sentido alguno, dándole un realismo que otros
films sobre el tema, no tienen.
Aun
así, y a pesar de que la venganza es el motor que mueve esta historia, no se
centra allí el mensaje que se desea transmitir, este se encuentra en una
pequeña frase repetida dos o tres veces a lo largo de la película y que al
principio no parece tener ningún sentido:
“Ya sea una piedra o un grano de arena, en el agua ambos se hunden por igual”.
Este es el verdadero mensaje contenido en la película, donde se nos hace
hincapié en el hecho de que las acciones más pequeñas, pueden tener
consecuencias igual de devastadoras que las grandes, hecho que se pone de
manifiesto en la trama, al descubrirse que todas estas tragedias y las dos
grandes venganzas puestas en escena, tuvieron su origen en algo tan pequeño
como un simple comentario que dio origen a un rumor, lo que terminó por
destruir muchas vidas.
Mención
aparte merece el uso del incesto, muy controversial, tanto en la cultura
occidental, como en la oriental, sin embargo, en esta película, solo es parte
de los elementos que dan vida a la historia y no el fin de la misma, aunque a
este respecto es particularmente inquietante la escena final, si bien, esa es
la intenciín del realizador, que el espectador quede con una sensación
agridulce al ver la película.
Pero,
como manifiesta otro crítico, Joaquín R. Fernández: “lo que más llama la atención de ´Old boy´ no es lo que se nos relata,
sino la forma que emplea el realizador para hacerlo, utilizando una notable
puesta en escena y acongojándonos con algunas escenas bastante crudas y
violentas”. Y es que sin lugar a dudas, la estética y el apartado técnico
del film, ayuda a generar la atmosfera asfixiante, precisa para una historia
como esta.
Los
largos y detallados planos, llenos de detalles, que quizás tornan a la película
algo lenta, cumplen a cabalidad su función, transmitir al público las emociones
y sensaciones que debe llevar cada escena, las gráficas y violentas escenas, no
solo captan la atención del espectador, sino que le hacen palpar como el deseo
de venganza ha convertido al protagonista en ese animal, esa máquina de
venganza que no retrocede ante su objetivo ni entiende razones a la hora de
actuar, en una forma totalmente instintiva y primitiva.
Todo
esto aderezado con una iluminación, tan sombría como la propia historia narrada
y una música más que acorde a las situaciones planteadas, que ayuda al
espectador a establecer la dinámica de la escena que observa, más allá de lo
que está contemplando en pantalla.
Y
es como menciona Tònia Pallejà, crítica de cine: “La meritoria fotografía de Jung Jung-hoon, con un cromatismo de rojos,
verdes y tonos oscuros deudores del cómic, contribuye a crear esta atmósfera asfixiante,
sórdida, funesta y paranoide, en un film que transcurre principalmente en
interiores mal iluminados y emplazamientos urbanos nocturnos, y que se reserva
las mayores cotas de luminosidad para su parte postrera, en donde el blanco de
la nieve contrasta con los lóbregos pasajes que la pre-ceden, ejerciendo un
efecto redentor acorde con la evolución dramática de la historia y los deseos
de su protagonista.”
Pero
uno de los aspectos que más destacan son las actuaciones de los actores
principales, que pueden calificarse de magistrales, especial atención merece la
caracterización del protagonista Oh Daesu, encarnado por el actor Choi Min-sik,
quien realiza una camaleónica interpretación, al mostrarnos al personaje, en
principio como un hombre común, para luego reflejar de forma totalmente
verosímil la reacción ante la soledad y el encierro forzado y posteriormente
transformarse en “la bestia” ese ser salvaje y que alberga un único deseo, la
venganza, estando dispuesto a hacer cualquier cosa para materializarla. Aunque
quizás, su mayor despliegue de histrionismo, este en las escenas cumbres, donde
el personaje debe mostrar genuina desesperación, y es en este punto donde Choi
Min-sik, logra su mayor acierto, al hacer una interpretación realista y
totalmente verosímil, evitando caer en la sobreactuación en la que suelen caer
la mayoría de los actores, ante este tipo de actuaciones.
Por
supuesto, no puede dejar de mencionarse, que debido a que la historia
transcurre a lo largo de 15 años, contados a partir de 1988, son muchos los
hechos políticos y sociales que tiene esta historia como trasfondo, hecho que
se pone de manifiesto, especialmente, durante el encierro de Oh Daesu, cuando
su única ventana al mundo es el televisor de la habitación, allí, él y el
espectador, observan suceder los acontecimientos históricos (como la caída de
las torres gemelas, diversos gobiernos coreanos, etc.).
Esto
también se evidencia claramente, cuando después de salir, comienza a notar que
las cosas son diferentes de como eran, antes de ser secuestrado, quizás esto
pueda verse con más claridad cuando se da cuenta que la azotea donde fue
liberado, corresponde a un edificio que ocupa el lugar donde estuvo una vez la
cabina telefónica en que fue secuestrado.
Así
mismo, cabe destacar que debido a que la historia transcurre en la capital de
Corea del Sur, Seúl, todas las características reflejan el estilo de vida de la
cultura oriental dominante en el área, mezclada con elementos occidentales
(como los rascacielos y automóviles), que reflejan la influencia que ha tenido
los Estados Unidos de Norteamérica, en el desarrollo de esta nación, tras la
guerra de Corea y la consecuente división de la nación en dos (Corea del Norte
y Corea del Sur).
Autores: Marcos Izarra, María Belén Torres y Samantha Alvarado.
Imagen propiedad de Lolafilms.